En un mundo saturado de contenido, los videos corporativos que destacan son los que logran transmitir humanidad, verdad y propósito. Y pocas herramientas son tan eficaces para eso como una buena entrevista.
Una entrevista bien planteada puede hacer que un video corporativo deje de ser un simple escaparate de logros para convertirse en la historia de un grupo de personas con emociones reales.
Pero ¿cuándo conviene usar este recurso? ¿Cómo se construye una entrevista que aporte valor narrativo? ¿Y por qué funciona tan bien?
Vamos por partes.
¿Por qué usar entrevistas en un video corporativo?
Las entrevistas ayudan a:
- Humanizar la marca: poner rostros y voces reales detrás de los mensajes.
- Generar empatía: el testimonio directo conecta emocionalmente con quien lo escucha.
- Aportar autenticidad: lo dicho desde la experiencia personal suena más verdadero.
- Explicar desde dentro: los trabajadores, usuarios o fundadores pueden dar contexto con una profundidad que un guion no alcanza.
- Reforzar la narrativa: si está bien editada, una entrevista no interrumpe la historia, la construye.
Ejemplo: un video para una cooperativa puede incluir entrevistas con personas asociadas, mostrando cómo ha cambiado su día a día gracias al proyecto. No es solo un dato, es una vivencia.
¿Cuándo conviene incluir entrevistas?
No siempre es necesario ni recomendable. Pero hay situaciones en las que una entrevista aporta muchísimo valor:
- Cuando hay una historia personal potente que sirve de hilo conductor.
- Cuando se necesita explicar un proceso complejo desde dentro.
- Cuando queremos mostrar diversidad de puntos de vista (empleados, clientes, aliados).
- Cuando el proyecto tiene un componente emocional o transformador.
- Cuando la voz del equipo es clave para construir identidad.
Evítalas si: la persona entrevistada no se siente cómoda o si el contenido sería más claro con voz en off o solo imagen.
¿Cómo hacer que la entrevista funcione narrativamente?
Una entrevista potente no es una cámara fija grabando respuestas. Hay que pensarla como una pieza narrativa más:
- Prepara un guion flexible: guía, pero no encorsetes.
- Busca espontaneidad: las mejores frases salen cuando se relajan.
- Cuida el ritmo en edición: mezcla con planos de recurso para no saturar con un busto parlante.
- Escucha de verdad: muchas veces las mejores respuestas salen de seguir una pista inesperada.
- Evita el cliché corporativo: si parece una cuña publicitaria, pierde fuerza.
Conclusión: la entrevista como puente humano
Una buena entrevista en un video corporativo no solo informa, emociona. No solo explica, transmite. Y eso, en un entorno donde las marcas compiten por la atención y la confianza, es oro puro.
Si estás pensando en incluir entrevistas en tu próximo video, plantéatelo no como un añadido, sino como una herramienta narrativa central. Lo importante no es solo lo que se dice, sino quién lo dice y cómo se dice.